Tiempo

Tiempo que amás el fin
el fin de todas las cosas,
no puedo pedir que no pases.
Que no pasen las horas,
los minutos de tu piel,
los instantes de tu mirada.
Los segundos, eternos
entre una respuesta y otra.
Palabras lentas,
que pasan
cada vez más rápido.
Tarda tu llegada,
es corta tu presencia,
y veloz tu partida.
Mi espera se desmaya
mi tiempo no pasa
mi reloj no camina.
Las nubes oscuras
presagian el frío,
las agujas se demoran,
el segundero se traba.
La lluvia me detiene.
El sonido de las gotas,
eternas lágrimas
que cantan mi tristeza.
Dame un principio,
un mañana,
otro día,
otro sol, otra luz.
Una brisa
que borre este día lento,
el sopor de esta tarde
helada, gris, ausente.
Otro aire para respirar,
para imaginar un color nuevo,
y abrir los ojos, y verlo.
Y dejar el gris,
porque el tiempo ya no importa,
porque tu instante es eterno
y tu mirada, y tu piel,
y mi sueño.

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2 respuestas a Tiempo

  1. Me gustó mucho este poema. He tenido este sentimiento muchas veces

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